Grupo Vía Crucis «Beata Godoya» Los Pasos
Datando de 1598, inician este tradicional Vía Crucis el prior del convento alcantarino fray Jaime de Coria y la callosina Juana Ángela Godoy García (1556-1622), que los padres alcantarinos llamaban “Beata” y que es reconocida por la Iglesia como Venerable. Durante toda la Cuaresma se reza el Vía Crucis y, en la Semana de Pasión, se acompaña con los Cantos de la Pasión. En 2005, en Domingo de Pasión, se bendijo el Cristo de los Pasos, obra del escultor José A. Hernández Navarro, que procesiona ese día. Este cristo se venera en la capilla de la Soledad en la iglesia de San Martín.
Rezo de los Pasos
VÍA CRUCIS
Ofrecimiento.
(Todos) Por la señal…
Señor mio Jesucristo…
(Lector): ¡Dulcísimo Jesús mío, que por mi amor quisisteis caminar fatigado y afligido con el pesado madero de la Cruz! En memoria y reverencia de lo que por mi padecisteis en aquel áspero camino, os ofrezco los pasos que en él diera, unidos a vuestros infinitos merecimientos, con la intención de ganar todas las indulgencias que los Romanos Pontífices han concedido a los que hacen con devoción este santo ejercicio. Para este fin os suplico y ruego por el remedio de las fraves necesidades encomendadas por los Sumos Pontífices, y aplico cuantas indulgencias ganare por las benditas Almas del Purgatorio que fueren de vuestro agrado y de mi mayor obligación. Dadme, Señor, vuestra divina gracia, para que cuanto en este santo ejercicio medite o rece sea grato a vuestros divinos ojos, Amén.
(Todos cantan o rezan)
Vuestra Pasión dolorosa
quiero ¡Oh Jesús! meditar
el perdón de mis pecados
de vos tan bueno alcanzar.
Bendita y alabada sea la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo, y los dolores y penas de su Santísima Madre triste y afligida al pie de la Cruz. Amén.
Señor pequé; tened misericordia de mí. Te adoramos Cristo y te bendecimos, que por tu Santa Cruz redimiste al mundo y a mi pecador. Amén
PRIMERA ESTACIÓN:
Jesús es azotado y condenado a muerte.
(Lector) Considera, alma, en esta primera estación, cómo en la casa de Pilato fue cruelmente azotado el Redentor del mundo, coronado de espinas y sentenciado a muerte.
¡Oh suavísimo Jesús, que quisisteis ser tratado como vil esclavo delante del sacrílego pueblo, esperando la sentencia de muerte que contra Vos daba el tirano juez! Os suplico, Señor mío, que por esta vuestra mansedumbre mortifique yo mi soberbia, para que sufriendo con humildad las afrentas de esta vida, logre gozaros en la eterna. Amen.
(Todos) Padrenuestro y Ave María.
Bendita y alabada sea la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo, y los dolores y penas de su Santísima Madre triste y afligida al pie de la Cruz. Amén.
ESTRIBILLO
Jesús víctima escogida
es condenado a morir
para darme eterna vida
quiere tal suerte sufrir.
Por vuestra Pasión Sagrada
¡Oh adorable Redentor!
salvad el alma apenada
de este pobre pecador.
SEGUNDA ESTACIÓN
Jesús con la cruz a cuestas.
(Lector) Considera, alma, en esta segunda estación, cómo a nuestro amado Jesús le pusieron en sus lastimosos hombros el gran peso de la Cruz.
¡Oh Rey Supremo de los Cielos, que sufristeis ser entregado a la voluntad de los judíos, para ser cruelmente atormentado, y recibisteis el grave peso de la cruz! Os ruego, Señor, que tome yo gustoso la cruz de la penitencia, para que logre contemplaros eternamente en el cielo. Amén.
(Todos) Padrenuestro y Ave María.
Bendita y alabada sea la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo, y los dolores y penas de su Santísima Madre triste y afligida al pie de la Cruz. Amén.
ESTRIBILLO
Jesús el leño pesado
abraza con tierno amor
en sus hombros colocado
por este vil pecador.
TERCERA ESTACIÓN
Jesús cae la primera vez. (se toca el suelo con la mano y se besa)
(Lector) Considera, alma, en esta tercera estación, cómo caminando el Señor con la cruz a cuestas, herido y desangrado, cayó en tierra debajo de la Santa Cruz.
¡Oh amabilísimo Jesús, que fatigado con la cruz caísteis en tierra oprimido por el grave peso de ella, para que conociésemos la gravedad de nuestros pecados, figurados en aquel madero! Ruego a vuestra divina clemencia que me levante yo de la culpa, y que esté siempre firme en el cumplimiento de vuestros mandamientos. Amén.
(Todos) Padrenuestro y Ave María.
Bendita y alabada sea la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo, y los dolores y penas de su Santísima Madre triste y afligida al pie de la Cruz. Amén.
ESTRIBILLO
Mi Jesús por ves primera
rendido en tierra cayó
haré su Cruz más ligera
si a sus pies me postro yo.
CUARTA ESTACIÓN
Jesús encuentra a su Madre.
(Lector) Considera, alma, en esta cuarta estación, cómo el Señor, con la santa cruz a cuestas, encontró a su Santísima Madre triste y afligida.
¡Oh señora, la más atribulada de las madres! Por el cruel dolor que traspasó vuestro corazón mirando a Jesús, vuestro hijo, afeado su rostro, abatido su cuerpo, y hecho oprobio de los hombres, os ruego, Madre afligida, que pues fui la causa de vuestros dolores, los llore amargamente. Amén.
Padrenuestro y Ave María.
(Todos) Bendita y alabada sea la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo, y los dolores y penas de su Santísima Madre triste y afligida al pie de la Cruz. Amén.
ESTRIBILLO
En la calle de Amargura
a su Madre, Jesús ve
de semejante tortura
mi maldad la causa fue.
QUINTA ESTACIÓN
El Cirineo ayuda a Jesús a llevar la Cruz.
(Lector) Considera, alma, en esta quinta estación, cómo los judíos alquilaron a Simón Cirineo para que ayudase a llevar la cruz a nuestro Redentor, no movidos de piedad, sino temiendo que se les muriese en el camino por el grande peso de la cruz.
¡Oh amantísimo Jesús! Pues por mi amor llevasteis la muy pesada cruz y qusisteis que en la persona del Cirineo os ayudásemos a llevarla. Os suplico, Señor, me abrace con la cruz de la abnegación de mi mismo, para que, siguiendo vuestros pasos, consiga los gozos eternos. Amén.
(Todos) Padrenuestro y Ave María
Bendita y alabada sea la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo, y los dolores y penas de su Santísima Madre triste y afligida al pie de la Cruz. Amén.
ESTRIBILLO
Obligado el Cirineo
presta ayuda al Redentor
yo llevar mi cruz deseo
resignado y por amor.
SEXTA ESTACIÓN
La Verónica limpia el rostro de Jesús.
(Lector) Considera, alma, en esta secta estación, cómo la Verónica viendo a su Majestad fatigado, y su rostro oscurecido con el sudor, polvo, salivas y bofetadas (nos damos una simbólica bofetada), se llegó con toda reverencia a limpiárselo con un lienzo, en el cual quedó impreso el rostro divino del Salvador.
¡Oh hermosísimo Jesús, que estando afeado con las inmundas salivas, os limpió el sudor aquella mujer con un lienzo blanco, en el cual quedó impreso vuestro rostro! Os suplico, Señor, que estampéis en mi alma vuestra Santísima imagen, y me deis vuestro amor para conservarla para siempre. Amén.
(Todos) Padrenuestro y Ave María.
Bendita y alabada sea la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo, y los dolores y penas de su Santísima Madre triste y afligida al pie de la Cruz. Amén.
ESTRIBILLO
Verónica compasiva
limpia la divina faz
de polvo, sangre y saliva,
de mi soberbia procaz.
SÉPTIMA ESTACIÓN
Jesús cae por segunda vez con la cruz. (Se toca el suelo con la mano y se besa).
(Lector) Considera, alma, en esta séptima estación, cómo cayó el Señor segunda vez en la puerta Judiciaria.
¡Oh santísimo Jesús, que por la fatiga grande de vuestro delicado cuerpo caísteis segunda vez con la cruz! Os suplico, Señor, me hagáis conocer el inmenso peso que tienen mis pecados, y me deis vuestra gracia para que no me arrastren a las penas eternas. Amén.
(Todos) Padrenuestro y Ave María.
Bendita y alabada sea la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo, y los dolores y penas de su Santísima Madre triste y afligida al pie de la Cruz. Amén.
ESTRIBILLO
Por la perdida de sangre
cae por segunda vez
pero más por mis pecados
de soberbia y altivez.
OCTAVA ESTACIÓN
Jesús consuela a las piadosas mujeres.
(Lector) Considera, alma, en esta octava estación, cómo unas piadosas mujeres, viendo que llevaban a crucificar al Señor, lloraron amargamente por verle tan injuriado.
¡Oh maestro soberano, que viendo a las piadosas mujeres dolerse de vuestros trabajos, las enseñasteis a que llorasen por sí y por sus culpas! Concededme, Señor mío, que con fervorosas lágrimas de constricción lave mis pecados, para que persevere siempre en vuestra amistad y gracia. Amén.
(Todos) Padrenuestro y Ave María.
Bendita y alabada sea la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo, y los dolores y penas de su Santísima Madre triste y afligida al pie de la Cruz. Amén.
ESTRIBILLO
No lloréis por mí, les dice
a las hijas de Judá
llorad por vuestros pecados
por vuestros hijos llorad.
NOVENA ESTACIÓN
Jesús cae por tercera vez con la Cruz. (Se toca el suelo con la mano y se besa).
(Lector) Considera, alma, en esta novena estación, cómo cayó el Señor tercera vez en tierra, hasta llegar con su santa boca al suelo, y queriéndose levantar, no pudo, antes volvió a caer de nuevo. (Se toca el suelo con la mano y se besa).
¡Oh benignísimo Jesús, que sufristeis atropellaran vuestra divina persona, haciéndoos caer tercera vez en tierra con la cruz! Os suplico, Dios mío, que sufra yo del mismo modo las injurias de mis enemigos, para que, teniendo paciencia en mis trabajos, goce de los deleites eternos. Amén.
(Todos) Padrenuestro y Ave María.
Bendita y alabada sea la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo, y los dolores y penas de su Santísima Madre triste y afligida al pie de la Cruz. Amén.
ESTRIBILLO
Jesús se rinde extenuado
abrumado por la Cruz
¡Ay cuan cara le ha costado
mi obstinada ingratitud!
DÉCIMA ESTACIÓN
Jesús es despojado de sus vestiduras.
(Lector) Considera, alma, en esta décima estación, cómo habiendo legado el Señor al monte Calvario, los soldados sin piedad ninguna le despojaron de sus vestiduras.
¡Oh pacientísimo Jesús! Pues sufristeis os quitasen vuestras vestiduras aquellos crueles verdugos, y con tanta fiereza que llevaron tras sí hasta pedazos de carne, os ruego, Señor mío, me concedáis gracia para desnudarme por vuestro amor de todos los malos hábitos que ponen continuamente mi alma en peligro de perderse para siempre. Amén.
(Todos) Padrenuestro y Avemaría.
Bendita y alabada sea la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo, y los dolores y penas de su Santísima Madre triste y afligida al pie de la Cruz. Amén.
ESTRIBILLO
Arrancan las vestiduras
a Jesús con gran crueldad
así expía mis locuras
mi impureza y vanidad.
UNDÉCIMA ESTACIÓN
Jesús es crucificado.
(Lector) Considera, alma, en esta undécima estación, cómo fue clavado el Señor en la Cruz, y oyendo su Santísima Madre el primer golpe de martillo, quedó transida de dolor.
¡Oh clementísimo Jesús! Pues sufristeis ser extendido en la cruz, y que en ella clavasen vuestros pies y manos. Os ruego, Señor mío, por vuestra inefable caridad, no extienda yo mis pies y manos a maldad alguna, sino antes viva crucificado en vuestro santo servicio. Amén.
(Todos) Padrenuestro y Ave María.
Bendita y alabada sea la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo, y los dolores y penas de su Santísima Madre triste y afligida al pie de la Cruz. Amén.
ESTRIBILLO
Con furiosos martillazos
en la cruz clavado fue
yo descoyunté sus brazos
sus manos y pies clavé.
DUODÉCIMA ESTACIÓN
Jesús muere en la Cruz.
(Lector) Oración: ¡Oh santísima Cruz! ¡Oh inocente y piadoso cordero! ¡Oh pena grave y cruel! ¡Oh pobreza de Cristo mi Redentor! ¡Oh llaga muy lastimada! ¡Oh corazón traspasado ! ¡Oh sangre de Cristo por mí derramada! ¡ Oh muerte de Cristo muy amarga! ¡Oh divinidad de Dios digna de ser reverenciada!
Ayúdanos, Dios mio, para alcanzar la Gloria Eterna. Amén.
Considera, alma, en esta duodécima estación, cómo crucificado ya el Señor y cruelmente atormentado, exhaló por tu amor el último suspiro.
Se reza un Credo.
(Lector) ¡Oh divino Jesús, que crucificado entre dos ladrones, fuisteis levantado a la vista de todo el mundo y padecisteis la muerte por salvarnos! Ruego, Señor mío, que salvéis mi alma, y que a Vos ame, a Vos quiera y por Vos muera. Amén.
Padrenuestro y Ave María.
(Todos) Bendita y alabada sea la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo, y los dolores y penas de su Santísima Madre triste y afligida al pie de la Cruz. Amén.
ESTRIBILLO
Después de larga agonía
muere nuestro Redentor
¡Quien pudiera Jesús mío!
morir de pena y dolor.
DECIMOTERCIA ESTACIÓN
La Virgen recibe y adora el cuerpo difunto de su Santísimo Hijo.
(Lector) Contempla, alma, en esta decimotercia estación, cómo José y Nicodemus bajaron de la cruz el santo cuerpo y lo pusieron en los brazos de la Santísima Virgen.
¡Oh Madre de misericordia! Por aquella pena que padecisteis cuando os pusieron muerto en los brazos a vuestro amado hijo, os suplico me alcancéis verdadero pesar de haberle ofendido, y compasión de vuestro mucho dolor. Amén.
ESTRIBILLO
María tenía en sus brazos
la prenda que más quería
y le miraba las llagas
que en pies y manos tenía,
pero más la del costado
que el corazón le partía.
Bendita y alabada sea la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo, y los dolores y penas de su Santísima Madre triste y afligida al pie de la Cruz. Amén.
Señor pequé; tened misericordia de mí. Te adoramos Cristo y te bendecimos, que por tu Santa Cruz redimiste al mundo y a mi pecador. Amén
Ave María.
(Tres veces se canta y se reza el Ave María, en memoria de las tres mayores penas que padeció María Santísima.) (Según el criterio de la que canta, cada día se dice una de las siguientes estrofas)
ESTRIBILLO
Madre, que espada tan fiera
vuestro pecho traspasó.
Haced, que esa espada, Madre
también el pecho traspase
del que a Vos os la clavó.
El cadáver Santo adora
María con gran piedad
¡Oh Madre, perdón implora!
este monstruo de maldad.
DECIMOCUARTA ESTACIÓN
Es colocado en el sepulcro el cuerpo del Salvador.
(Lector) Contempla, alma, en esta decimocuarta estación, cómo la Virgen María, Señora Nuestra, dejó colocar el cuerpo de su querido Hijo en el santo sepulcro.
¡Oh purísima Señora! Por la grande pena que recibisteis cuando os tomaron de los brazos a vuestro soberano Hijo para ponerle en el santo sepulcro. Os suplico me alcancéis de su Divina Majestad ablande mi duro corazón y coloque en el un amor grande para amarle y servirle. Amén.
Padrenuestro y Ave María.
(Todos) Bendita y alabada sea la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo, y los dolores y penas de su Santísima Madre triste y afligida al pie de la Cruz. Amén.
ESTRIBILLO
En el sepulcro reposa
el cuerpo del salvador
agradecido en su losa
quisiera morir de amor.
DECIMOQUINTA ESTACIÓN
CRISTO RESUCITA.
En el año el papa Juan Pablo II propone una modificación del Vía Crucis y añade una nueva estación, ya que el cristiano no puede quedarse en la muerte sino que el mensaje de Jesucristo fue precisamente su resurrección.
ESTRIBILLO
A los tres días siguientes
Cristo ya resucitó.
Si yo sigo su evangelio
también lo haré Señor
Un padrenuestro para ganar las indulgencias que los Romanos Pontífices han concedido a los que hacen con devoción el Vía Crucis.
ORACIÓN PARA LA VENERABLE JUANA ÁNGELA GODOY GARCÍA
(Con licencia eclesiástica Alicante, 11 Feb. 1.994)
(Lector) Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, te adoramos y bendecimos como fuente de todo bien. Te suplicamos que te dignes glorificar a su sierva Juana Ángela Godoy García y nos concedas por su intersección la gracia que necesitamos si es conforme a tu voluntad. Te lo pedimos por los méritos infinitos del Corazón Eucarístico de Jesús. Amén.
Padrenuestro.
Ave María Purísima. Sin pecado concebida.
(Algunos días se lee un párrafo de la vida de la venerable Juana Ángela Godoy García de la obra de Fray Juan Bautista GOmis O.F. M.)
Cantos de la Pasión
1
Jueves Santo en la mañana
antes de salir el sol,
caminaba Jesucristo
contemplando su Pasión.
2
En la mejilla inocente
con mano de hierro armada,
dan tan recia bofetada
que hacen que en sangre reviente
¡Ay mi Dios! que el alma siente!
3
Condenado a la columna
Jesucristo ha sido atado
dos sayones con azotes
su cuerpo le han flagelado
4
En un balcón asomado
Ecce- Homo dijo Pilato
y respondió el pueblo ingrato:
¡Que muera crucificado!
5
Ya bajan las tres Marías
a consolar a su Madre
y San Juan Evangelista
la noticia viene a darle.
6
En la calle de Amargura
hay un farol encendido
para alumbrar a Jesús
que tres veces ha caído.
7
A las doce crucifican
al mansísimo Cordero
en medio de dos ladrones
clavado en un madero.
8
Ya bajan las tres Marías
con los tres cálices de plata
para recoger la sangre
que Jesucristo derrama.
9
Quedad con Dios, Madre mía
vuestra bendición espero
porque ya ha llegado el día
que clavado en un madero
se cumplan las profecías.
10
Sol y luna se eclipsó
estrellas se oscurecieron
todas en tierra cayeron
cuando Jesús expiró.
11
Un atrevido soldado
viendo que Jesús es muerto
con una lanza le ha abierto
su Santísimo Costado.
12
Ya vienen las golondrinas
con el pico ensangrentado
de quitarle las espinas
a Jesús crucificado.
13
La Virgen borda su manto
de terciopelo bonito
y lo estrenó Viernes Santo
para el entierro de Cristo.
14
Jueves Santo murió Cristo
Viernes fue su santo entierro
Sábado resucitó
Domingo subió a los cielos.
Cantos de Misión y estrofas más populares
ESTROFAS MÁS POPULARES DE LAS ORACIONES QUE SE CANTAN EN LOS PASOS
Estos cantos populares de la liturgia o de misiones algunos posterior a la Guerra Civil, se cantan entre las estaciones tercera y séptima una vez cantada la estrofa correspondiente a la estación y mientras se llega a la siguiente. Según quien dirija el Vía Crucis puede introducir otros cantos pasionales más actuales.
SÁLVAME VIRGEN MARÍA
Estribillo
Sálvame Virgen María
óyeme te imploro con Fe
mi corazón en ti confía
Virgen María sálvame
Virgen María sálvame, sálvame.
Yo te ofrezco en este día
alma, vida y corazón
no me dejes Madre mía
mírame con compasión.
PEQUÉ, PEQUÉ, ¡DIOS MIO!
Pequé, pequé Dios mío.
Piedad, Señor piedad,
si grandes son mis culpas
mayor es tu bondad (bis)
Acuérdate de la hora
en que te nombró Jesús,
mi madre mi protectora
desde el árbol de la Cruz.
AMANTE JESÚS MÍO
Amante Jesús mío
¡Oh cuanto te ofendí!
Perdona mi extravío
y ten piedad de mi.
PERDÓN ¡OH DIOS MÍO!
Estribillo
Perdona a tu pueblo, Señor
perdona a tu pueblo
perdónalo Señor.
No estés eternamente enojado
no estés eternamente enojado
perdónale Señor.
Perdón, ¡Oh Dios mío!
perdón e indulgencia,
perdón y clemencia
perdón y piedad
Pequé, ¡Ay mi alma!
su culpa confiesa
mil veces clemencia
de tanta maldad
Pequé, ya mi alma
su culpa confiesa
mil veces me pesa
de tanta maldad (bis)
La Gloria he perdido,
merezco el Infierno;
¡Perdón, Padre Eterno!
¡Jesús, perdonad! (bis)
Por mí, en el Calvario
tu sangre vertiste,
y en cruz estuviste
por mi hasta expirar (bis)
Tus leyes divinas
quebranté orgulloso;
¡Oh rey poderosos!
¡Oh Dios de bondad! (bis)
Tu ser infinito,
e inmensa grandeza,
osé, con vileza,
ingrato, ultrajar (bis)
Mas ya arrepentido
te busco lloroso;
¡Oh padre amoroso
de mi ten piedad! (Bis)
VEN Y HAZ PENITENCIA
Estribillo.
Ven y haz penitencia
ya no peques más
Ven y haz penitencia
y te salvarás.
Pecador endurecido
que a Dios no quieres oír.
Teme su justa venganza,
si no temes ¡Ay de ti! (bis)
¿A dónde vas, alma ingrata,
ofendiendo a Dios así?
A las olas de la muerte;
si te anegan, ¡Ay de ti! (bis)
Lo que en la vida sembrares
cogerás en el morir,
si virtud hallarás gloria,
si pecado, ¡ay de ti! (bis)
Mira pecador, que tienes
a Dios enojado, si
y no tienes más que un alma:
si la pierdes, ¡ay de ti! (bis)
El deleite de la culpa
es hiel amarga al morir
que da al alma eterna muerte;
si, así mueres, ¡ay de ti! (bis)
Alma deshonesta, advierte
que por ese gusto vil
pierdes honra, gracia y gloria,
si la pierdes, ¡ay de ti! (bis)
¿Qué responderás a Dios
cuando te llegue a pedir
cuenta de tu mala vida
si la das mala? ¡ay de ti! (bis)
Los que están en el Infierno
allá no pensaron ir,
tu que imitas sus costumbres
¡en qué piensas? ¡ay de ti! (bis)
Si un pecado por vergüenza
te dejaste por decir,
tu confesión te condena
a eterna muerte, ¡ay de ti! (bis)
Un alma le costó a Dios
padecer hasta morir.
¿Cómo le quitas tu tantas
con tu escándalo? ¡ay de ti! (bis)
Vivir mal y acabar bien,
¿como lo vas a conseguir?
Pues cual la vida es la muerte,
si mal vives, ¡ay de ti! (bis)
Al Cielo con la fe sola
es de fe no puedes ir,
que es muerta sin obras buenas.
Si es tu fe muerta, ¡ay de ti! (bis)
Si a tus prójimos provocas
a pecar y mal vivir,
Infierno y doblada pena
tendrás por ello, ¡ay de ti! (bis)
PÉSAME SEÑOR
Se canta entre la octava y novena estación.
Jesús amoroso
dulce padre mío
—
(respondemos) (estribillo)
Pésame Señor de haberos ofendido.
—
En el huerto orando
por mi amor rendido.
—
De un traidor aleve
todo un Dios vendido
—
De tremenda mano
en el rostro herido
—
Sentenciado a azotes
por un juez inicuo.
—
Sudando entre angustias
sangre hilo a hilo
—
Preso y maniatado
por nuestros delitos
—
De Pilato a Herodes
cruelmente traído.
—
Desnudo a vergüenza
atado, afligido
—
De espinas punzantes
coronado lirio.
—
Con la cruz a cuestas
fuisteis oprimido.
—
Entre tres duros clavos
pendiente te miro.
—
Entre dos ladrones
Vos ¡Oh dueño mío!
—
Es desamparado
de su Padre mismo.
—
Te veo difunto
Padre y amor mío.
—
Veo mis pecados
en tu cuerpo escritos.
—
Todas esas llagas
me acusan a gritos.
—
Por mis graves culpas
tres veces caído.
—
A su Madre manda
nos tome por hijos.
—
Vinagre anhelado
le dan por martirio
—
¡Y murió el Señor!
Pues ¿Como yo vivo?
—
Por darme la vida
morir has querido.
—
Tu sangre preciosa
me lave, Dios mío.
—
Propuesto a Barrabás
por su pueblo ha sido.
—
Levantado en alto
fuiste escarnecido.
—
Al Padre encomienda
su alma entre suspiros.
—
Mueran mis pecados
mueran mis delitos.
—
Piedad, buen Jesús
piedad, dueño mío.
—
Por ser Vos quien sois,
digo arrepentido
Pésame Señor
de haberos ofendido.
LAS LLAGAS:
(Se rezan al llegar, de regreso, a la puerta de la iglesia de San Martín, o en la semana de Pasión al bajar del Calvario, intercalando entre los Cantos de la Pasión).
– A la llaga del pie izquierdo.
– A la llaga del pie derecho.
– A la llaga de la mano izquierda.
– A la llaga de la mano derecha.
– A la llaga del costado.
(A cada una de ellas se reza un Padrenuestro y un Ave María al llegar a la del costado, o se canta la siguiente estrofa)
Yo te adoro
¡Oh santísima llaga!
del costado abierto de Jesús.
Yo os pido Señor por ella
me perdonies.
No más pecar.
No más pecar Dios mío.
No más pecar mi Dios.
– A Jesús crucificado por nuestro amor.
(Se reza un Ave María a la Santísima Virgen para que nos asista a la hora de nuestra muerte y finaliza el acto deseando buenas noches y hasta mañana).