Cientos de personas arropan a la Virgen de los Dolores en uno de los actos más tradicionales que preceden a nuestra Semana Santa, la «Bajada» de la madre de los dolores desde su ermita hasta San Martín. Como viene siendo de costumbre, fue la banda de tambores de la Hermandad de los Moraos, la que abría esta procesión de carácter festivo del siglo XVIII que los callosinos interpretan como la recta final de la cuaresma.
La imagen permanecerá expuesta al culto durante siete días en la Arciprestal, en los que se rezarán los siete dolores que sufrió la Virgen en el Calvario con su hijo.
Fotografías: J.C.S.S. y Parroquia San Martín Obispo